El ex Soda Stereo estrena una nueva temporada de Rock Road, el programa que lo lleva por los festivales de música más importantes del mundo; habló de su rol como conductor, productor y DJ, y del destino de la industria musical: "la música es patrimonio de la gente".
Vista aérea de las afueras madrileñas. Lo que parece una pequeña ciudad de lejos se convierte, zoom en picada mediante, en un predio impresionante. Es la bien llamada Ciudad del Rock, que se encuentra a 28 kilómetros de la capital española, en el municipio de Arganda del Rey, y cuyo corazón, una estructura con forma de globo terráqueo coronado por la frase " Rock in Rio, Madrid ", explica el verdadero motivo de la convocatoria a ese lugar. Desde lo alto se ve cómo manchas van cubriendo los espacios vacíos: multitudes que se agolpan en las puertas. Entre ellos, al menos un argentino, con gorra y anteojos oscuros, se las ingenia para entrar a pesar de las desavenencias de la organización: "Venimos a una entrada y nos dicen que es por la otra, pero la otra queda como a un kilómetro de acá", se queja Zeta Bosio ante las cámaras de Rock Road, el programa que estrenará mañana, a las 23, la cuarta temporada por la pantalla de Sony."A ese predio lo debemos haber hecho 200 veces. Te rompe los pies. Terminás muerto", comentó el músico a lanacion.com mirando en una pantalla el avance del primer programa. "Me tuve que llevar un kit de pedicura", dijo entre risas y se justificó: "Después de tanto caminar no sabés lo que eran estos pies."
Desde el 2006, el ex bajista de la legendaria Soda Stereo, recorre el mundo visitando los festivales de rock más importantes y explorando sus habilidades para la conducción televisiva: "El personaje lo adopté después de ver uno de los videos de Soda en el que me veía muy gracioso, todo el tiempo como era yo en los viajes, y digo ´yo puedo hacer tranquilamente eso´, contó divertido, aunque reconoció que, a pesar de la soltura que muestra ante las cámaras, este año va a tomar algunas clases de improvisación. "A ver si le agrego algo más", dijo.
Rock Road es un programa que explora desde lugares poco convencionales las nuevas tendencias de la música internacional. Desde la producción de Sony Entertainment -nuevo canal para el programa que antes se transmitía por Much Music- anticipan que en esta temporada se verán desde la primera fila los escenarios de festivales como Coachella, Benicassim, Lollapaloozza, Love Parade y Personal Fest en los que se podrán disfrutar las performances de representantes del rock tan disímiles como Neil Young, Bob Dylan, Jack Johnson, Jamiroquai, The Police y Radiohead, una Amy Winehouse un poco menos escandalosa, un R.E.M siempre vigente, un Lenny Kravitz a puro Rock, entre muchos más.
"En esta temporada, de 16 capítulos, recorremos los festivales de Europa y se van a ver más situaciones desde el público", anticipó Marcelo Carballar, manager de la discográfica Alerta Discos y mano derecha de Zeta desde hace años. "Nos pidieron más chicas para esta temporada", advirtió el productor. Y algo de caso a las exigencias del nuevo canal hicieron, porque desde el primer capítulo abundan las imágenes de musas europeas.
"Nos están pidiendo ideas y ya las estamos generando para otros programas. Ellos (Sony) nos ven como una productora muy moderna, que maneja el lenguaje de los chicos de ahora", explica Zeta y su amigo - o "hermano", tal es la forma en que lo define. Marcelo lo confirma: "Es así, en la productora de contenidos multimedia -llamada Seres de otro planeta - tenemos gente joven, de 21 años."
-Sos músico, productor y ahora conductor de televisión, ¿cómo te llevás con la cámara?
Zeta Bosio: -Bien si es una cámara amiga. Yo jugaba mucho con Alfredo Lois - uno de los iniciales promotores de Soda Stéreo, director de sus videoclips y considerado por algunos como el "cuarto Soda"- cuando empezaron a salir las primeras camaritas. Con mis compañeros de universidad nos divertíamos haciendo cortos, jugábamos...así que con la cámara tengo una relación muy normal, como si fuera de un amigo.
-También tenés que lidiar con un rol distinto, el de espectador, ¿qué tal sos como público?
-Soy un desastre. Es que, al ver tantos conciertos te pasa que si algo no te atrapa en los dos primeros temas por más que sea Bjork, o quien sea, me voy. No me quedo a ver todo el concierto a ver qué pasa. Por ahí cuando vos ves menos le das una chance al artista para que cree su clima. Yo acá si no me pega de movida... ves tanto por día que necesitás algún tipo de gancho especial.
-¿Qué es lo que más te pegó de lo que viste?
Los shows de Gogol Bordello. Fue algo que vi hace tres años en Suiza y no lo podía creer. Entraba a la carpa y veía al cantante arriba de un bombo que la gente iba llevando con las manos y el tipo iba haciendo surf por arriba de la gente. Es una música tipo ucraniana punk mezclado con étnico. A ellos los quiero traer hace dos años a la Argentina y todavía no conseguí el apoyo de nadie.
Con la discográfica Alerta Discos, Zeta busca difundir las bandas emergentes, tanto nacionales como internacionales. Realizan convocatorias desde 2002, año de creación de la empresa, a castings y presentaciones para tener la ocasión de evaluar las nuevas caras de la escena rockera. Para el bajista, esta iniciativa suya se corresponde con lo que está pasando a nivel mundial con las producciones musicales. "En el rock, hoy, los programas de computadora han generado un nuevo estilo de música que es el que está predominando, se han caído las grandes compañías, y estos grupos se manejan o solos o con compañías independientes, lo que genera una especie de red, de ´facebook´, de compañías que nos vamos pasando material, lo cual es un renacer de la industria de la música", comentó.
-Se habla mucho de la crisis de la industria de la música por la piratería, ¿a dónde creés que va a ir a parar?
-La música originalmente era libre. Vos querías escuchar música y tenías que conseguirte un tipo que te tocara la guitarra en el campo de al lado, te hacías un cumpleaños y todos bailábamos y el tipo se tomaba un vino con vos nos íbamos a casa y escuchábamos las canciones que nos gustaban y las cantábamos, las que conocíamos todos. De repente, alguien grabó la música y dijo: ´¡qué bueno! esto se puede grabar, llevar a casa, y se puede vender´. Se crearon los aparatos para reproducir, y todo un negocio y se empezó a pagar por la música. Y llegó un momento en que el que tenía más plata podía comprar mejor música lo cual es una locura. Yo creo que la música es patrimonio de la gente, la música tiene que ver con nosotros, con nuestra felicidad, con nuestros momentos, la música se te mete adentro y te hace revivir los momentos más íntimos, es algo que no podía estar grabado.
Llego esa crisis de la industria discográfica, del cd que se puede copiar, la gente misma hizo que la música recuperara la libertad de poder tenerla y lo que hay que hacer es incrementar la creatividad para inventar un nuevo negocio y no quedarse dormido. Creo que hay muchas formas de generar remuneraciones para los que hacen la música que sean justas y que sean más justas porque antes el 90 por ciento de la plata iba para la discográfica y el 10 para el que la generaba. Ahora los músicos pueden ofrecer sus discos por internet, y les va bien, hay muchos que han hecho carrera al margen de las discográficas. Es el momento de las discográficas independientes.
- Una veta más tuya es la de Zeta Bosio DJ. ¿Cómo llegaste a la música electrónica?
-Cuando empecé a ser músico empecé a ser DJ, allá por fines de los 70, empezó a haber fiestas por todos lados, y yo me armé mi equipito, me compré mis dos bandejas, teníamos hasta luces, armábamos toda la fiesta. Después dejé, me peleé con mi socio que me robó los discos, me frustré con eso, me quedé con las bandejas que las tengo ahí de recuerdo.
El primer año que fui a Rock Road entre a una carpa y vi una cosa que me rompió la cabeza que me hizo acordar a cuando apareció el punk en mi vida a fines de los 70 que me cambió la cabeza. Dije, ´esto es mucho más corrosivo que lo que está pasando allá, yo veo el escenario grande donde está tocando Roger Waters y ya sé lo que va a pasar en el próximo compás ya sé qué es lo que va a pasar después de que termine el tema y sé cuál va a ser el tema que viene. Acá (electrónica) no tengo la más palida idea, todo me sorprende, y la gente está prendida fuego, saltando hasta el techo mientras allá están todos mirando. Esto que está pasando acá me gusta mucho más que lo otro.
- ¿Qué diferencias encontrás entre esas dos maneras de hacer música?
Es parte de lo mismo. Me siento raro de estar yo solo, acostumbrado a estar siempre con una banda miro para los costados para ver con quién puedo disfrutar eso, pero no, estoy solo. Y a su vez, la música no es lo mismo cuando vos la pasás y la tocás, hay una diferencia. Cuando tocás un tema podés hacerlo un millón de veces y siempre le agregás un ingrediente, es como estar cocinándolo. En cambio, cuando pasaste seis veces un tema ya te aburrís, querés cambiar, es como que los temas entran y salen de la lista más rápido.
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