lunes, 19 de enero de 2009

Cariló: se meten por una ventana y desvalijan la casa de Zeta Bossio


Otro robo en Cariló. Esta vez, un grupo de ladrones se metió ayer a la madrugada en la casa que alquila Héctor Zeta Bosio (50), ex integrante de Soda Stereo. El músico está allí desde el 11 de diciembre con su novia, un hermano de ella, su hijo Simón (18) y tres amigos del adolescente. La casa está a media cuadra del centro comercial.

Zeta había viajado solo a Córdoba para ver el Rally. Simón había ido con sus tres amigos a un bar de Pinamar y Estefanía Iracet (22), novia del músico desde hace casi dos años y locutora de un programa de radio en UFO Point, había ido a bailar a un boliche en Villa Gesell.

Según contaron a Clarín, al salir apagaron las luces y cerraron las ventanas, pero no conectaron la alarma. El cierre de una puerta-ventana que conduce a la pileta estaba falseado, pero nadie lo había advertido hasta entonces.

Entre las tres y las 6.30 de ayer los ladrones -no se sabe cuántos-, entraron por ahí. Según enumeraron, se llevaron unos tres mil pesos en efectivo, un Ipod y una guitarra Fender Heart Fiel de Simón, una notebook de uno de sus amigos y un par de zapatillas, un equipo de música, dos micrófonos y una mochila con pertenencias personales de los otros dos chicos. Ninguno de los vecinos escuchó ruidos ni notó nada raro.

Estefanía, que también es modelo, fue la primera en volver a la casa a las siete de la mañana. Entró por la puerta trasera y fue directo a su habitación. "De repente escuché un ruido y fui a ver que pasaba. Estaba la televisión prendida. Pero no había nadie en la casa", dice. Enseguida se dio cuenta que faltaba el equipo de música. Se acercó a la cocina y vio una billetera abierta y otros objetos desparramados sobre la mesa. "Me asusté y salí corriendo -cuenta-. Me encerré en mi habitación, que por suerte zafó. allí no faltaba nada".

Lo primero que hizo fue llamar a Zeta: "Me dijo que me quedara tranquila, que tratara de calmar a los chicos". Un rato después volvieron los cuatro adolescentes, pero fueron directo a la pileta sin notar lo que había pasado.

Fue uno de los amigos de Simón el primero que advirtió que faltaba su mochila y vio que todo estaba revuelto. Así descubrieron todas las cosas que faltaban. "No eran de mucho valor, pero tenían un sentimiento. Además íbamos a tocar", dijeron a Clarín los chicos.

Después de hablar con Zeta, Estefanía llamó a la inmobiliaria, que se encargó de avisar a la Policía. Y las 11 de la mañana, todavía sin dormir, fue a hacer la denuncia.

"Todavía estamos muy shokeados", dijo Estefanía en la puerta de la casa. Hasta anoche no había detenidos por el hecho. El caso se suma a las cuatro casas que fueron robadas en Cariló entre el viernes y el sábado de la semana pasada.

Fabrizio Castro B.

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